Cuando una catástrofe o emergencia ocurre, las consecuencias van más allá de la destrucción física y el impacto inmediato: las personas afectadas experimentan niveles de estrés y angustia que pueden tener efectos duraderos en su salud mental y bienestar.
En este contexto, el apoyo psicológico se convierte en una herramienta fundamental para ayudar a las víctimas, rescatistas y profesionales de la salud a enfrentar la situación y empezar el proceso de recuperación.
¿Por Qué es Importante el Apoyo Psicológico en Situaciones de Catástrofes y Emergencias?
Las situaciones de emergencia o desastres – ya sean naturales, como terremotos, incendios, o inundaciones, o causadas por la intervención humana, como ataques violentos o accidentes graves – tienden a provocar reacciones de estrés intenso y trauma.
Este tipo de experiencias pueden desencadenar reacciones emocionales inmediatas y duraderas como el miedo, la tristeza, la confusión y el insomnio. Además, el apoyo psicológico es crucial porque:
- Ayuda a mitigar el trauma: Cuando las personas reciben ayuda emocional en el momento, disminuyen las probabilidades de desarrollar trastornos de estrés postraumático u otros problemas de salud mental.
- Fortalece la capacidad de afrontamiento: Las intervenciones psicológicas tempranas pueden fomentar respuestas adaptativas, como la autoeficacia, la solidaridad y la capacidad para gestionar el miedo y la ansiedad.
- Promueve la resiliencia comunitaria: Las personas no solo encuentran alivio individual, sino que fortalecen su sentido de comunidad, apoyándose mutuamente para salir adelante.
Principios del Apoyo Psicológico en Catástrofes y Emergencias
- Seguridad y Protección Lo primordial en cualquier emergencia es garantizar que las personas afectadas se sientan seguras. En este sentido, los profesionales de apoyo psicológico deben identificar y gestionar factores de riesgo, promover un ambiente de seguridad y, en lo posible, colaborar con otras autoridades para evacuar y resguardar a los afectados.
- Calma y Reconocimiento Emocional Las personas suelen experimentar un cúmulo de emociones intensas durante y después de una emergencia. Los equipos de intervención psicológica pueden ofrecer un espacio donde las víctimas se sientan escuchadas y comprendidas, validando sus reacciones sin juzgarlas. Este reconocimiento es vital para que las personas se sientan seguras al expresar sus emociones y dar los primeros pasos hacia la recuperación.
- Fortalecimiento de Recursos Internos y Externos El apoyo psicológico en catástrofes busca ayudar a los individuos y comunidades a reconocer y utilizar sus propios recursos y redes de apoyo. Al facilitar la comunicación con sus seres queridos y promover el autocuidado, las personas se sienten más capacitadas para enfrentar la situación y para ayudar a otros.
- Promoción de Conexiones Comunitarias Fomentar la unión y cooperación entre los afectados refuerza el sentimiento de pertenencia, algo clave en contextos de emergencia. Los vínculos entre individuos y comunidades mejoran el proceso de afrontamiento, ya que la red de apoyo se convierte en un factor protector a corto y largo plazo.
Etapas del Apoyo Psicológico en Catástrofes y Emergencias
El apoyo psicológico en emergencias se divide generalmente en diferentes fases, cada una con objetivos específicos que contribuyen al proceso de recuperación.
1. Fase de Crisis Inmediata
En esta etapa, el objetivo es estabilizar a las personas y brindarles apoyo inmediato para reducir el impacto del trauma. Los profesionales deben ofrecer una presencia serena y reconfortante que les permita a las personas calmarse y centrarse en la seguridad básica. Las acciones clave en esta fase incluyen:
- Crear un entorno seguro y de calma para los afectados.
- Facilitar la comunicación con familiares y seres queridos.
- Ayudar a identificar emociones y ofrecer recursos inmediatos para el autocuidado.
2. Fase de Apoyo Psicológico a Corto Plazo
Una vez que la situación de crisis se estabiliza, el enfoque cambia hacia la contención emocional y el establecimiento de rutinas. Los afectados necesitan apoyo para comprender sus reacciones emocionales y para gestionar el estrés, el miedo y la ansiedad. En esta etapa, es útil:
- Ofrecer sesiones individuales o en grupo para compartir experiencias y emociones.
- Proporcionar técnicas de relajación y ejercicios de respiración.
- Fomentar el autocuidado y las actividades diarias que ayuden a restablecer un sentido de normalidad.
3. Fase de Recuperación a Largo Plazo
A medida que pasa el tiempo, algunas personas pueden comenzar a mostrar signos de recuperación, mientras que otras pueden necesitar apoyo continuo. Esta fase implica el seguimiento y, en algunos casos, la derivación a terapia especializada. Aquí, los profesionales de la salud mental:
- Realizan evaluaciones continuas para identificar síntomas de trastorno de estrés postraumático u otras condiciones de salud mental.
- Ofrecen intervenciones terapéuticas adaptadas, como terapia cognitivo-conductual (TCC) o EMDR para el tratamiento de trauma.
- Apoyan la reintegración social y el desarrollo de proyectos de vida para fomentar una recuperación integral.
Estrategias de Apoyo Psicológico para Afectados, Rescatistas y Familias
Para las Personas Afectadas
- Fomentar el autocuidado: Priorizar el sueño, la alimentación adecuada y las actividades físicas que ayudan a reducir el estrés.
- Escuchar activamente: La validación de los sentimientos y el reconocimiento de la experiencia pueden ayudar a reducir la sensación de soledad y desesperanza.
- Empoderar y fomentar la resiliencia: Los afectados deben recibir apoyo para recuperar la confianza en sus habilidades y para movilizar recursos personales y comunitarios.
Para los Equipos de Rescate y Personal Sanitario
- Intervenciones para el autocuidado: Los rescatistas suelen experimentar altos niveles de estrés y desgaste emocional, por lo que deben contar con apoyo psicológico y prácticas de autocuidado.
- Sesiones de descompresión emocional: Reuniones regulares para expresar emociones y descargar tensiones les ayudan a procesar sus experiencias de forma saludable.
- Supervisión y seguimiento continuo: Es fundamental brindar seguimiento para evitar problemas a largo plazo, como el síndrome de burnout o el trastorno de estrés postraumático.
Para las Familias de los Afectados
- Orientación y capacitación: Las familias también deben recibir orientación sobre cómo apoyar a sus seres queridos y sobre la importancia de la paciencia y comprensión.
- Acceso a redes de apoyo: Fomentar su conexión con otras familias que hayan pasado por experiencias similares puede brindarles alivio y un sentido de pertenencia.
- Apoyo profesional: Ofrecer opciones de terapia familiar o de pareja cuando sea necesario puede ayudar a fortalecer los vínculos y la recuperación en el hogar.
El Rol de la Comunidad en el Apoyo Psicológico
El impacto de una catástrofe afecta a toda la comunidad, no solo a los individuos directamente involucrados. Por ello, una respuesta eficaz debe considerar la importancia de la reconstrucción colectiva. Al involucrar a la comunidad en actividades de apoyo mutuo, como grupos de ayuda, campañas de solidaridad o eventos de concienciación, se fomenta una recuperación integral en la que las personas no se sientan solas ni aisladas.
Conclusión
El apoyo psicológico en catástrofes y emergencias es un componente esencial para la recuperación y la construcción de resiliencia. Brindar este apoyo de manera inmediata y sostenida permite a las personas y comunidades no solo hacer frente a la adversidad, sino también fortalecerse a partir de ella.
En tiempos de crisis, la intervención psicológica no solo ayuda a reducir el impacto emocional, sino que permite a las personas recuperar la esperanza y comenzar el proceso de sanación con una visión renovada del futuro.
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