¿Quién no ha experimentado alguna vez la depresión post-vacacional? Esa horrible sensación de desánimo y apatía que nos invade al enfrentarnos de nuevo a las tareas rutinarias afecta a casi la mitad de la población trabajadora.
¿Qué podemos hacer para evitarla o minimizar sus efectos? Con las herramientas adecuadas, podemos enfrentarnos a ella y superarla con éxito.
¿Qué es la depresión post-vacacional?
La depresión post-vacacional es una alteración del estado de ánimo que afecta a los trabajadores que vuelven al trabajo tras disfrutar el periodo vacacional. Sus síntomas se relacionan con la ansiedad, la tristeza, la apatía, la falta de concentración, la irritabilidad o el cansancio.
¿Cuánto dura la depresión post-vacacional?
Esta alteración suele durar unos días, dependiendo de la persona y de las circunstancias. Con el tiempo, el organismo se adapta de nuevo al ritmo de trabajo y los síntomas van desapareciendo. Sin embargo, en algunos casos puede prolongarse durante dos semanas o más, generando un problema más serio, como una depresión clínica o un síndrome de burnout. Por eso, es importante prestar atención a las señales de alarma y buscar ayuda profesional si es necesario.
¿Cómo podemos aliviar sus efectos?
Para evitar o aliviar los efectos de la depresión post-vacacional, te presentamos 7 recomendaciones que facilitarán tu adaptación a la rutina laboral.
Planifica tu vuelta con antelación
Uno de los errores más comunes que cometemos al volver de vacaciones es hacerlo el día antes de reincorporarnos al trabajo. Esto nos genera estrés, ansiedad y una sensación de falta de control sobre nuestra vida. Lo ideal es volver con unos días de margen para poder organizar nuestra agenda, preparar nuestro material de trabajo, hacer la compra, ordenar la casa y descansar lo suficiente.
Además, es conveniente que el primer día de trabajo no sea un lunes, sino un miércoles o un jueves, para que la semana sea más corta y llevadera. De esta forma, podrás ir retomando el ritmo poco a poco y sin agobios.
Establece una rutina saludable
Otro aspecto fundamental para superar la depresión post-vacacional es cuidar nuestra salud física y mental. Para ello, debemos establecer una rutina que incluya hábitos saludables como:
- Dormir entre 7 y 8 horas al día, respetando los horarios y evitando las siestas largas.
- Alimentarnos de una manera más equilibrada y variada, evitando el consumo excesivo de alcohol, cafeína y azúcar.
- Hacer ejercicio físico moderado al menos tres veces por semana, preferiblemente al aire libre y en compañía.
- Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, el yoga o la meditación.
- Dedicar tiempo a actividades placenteras como leer, escuchar música, ver una película o salir con amigos.
Estos hábitos nos ayudarán a mejorar nuestro estado de ánimo, reducir el estrés, aumentar nuestra autoestima y liberar endorfinas, las hormonas de la felicidad.
Busca el lado positivo de tu trabajo
Muchas veces la depresión post-vacacional se debe a que no estamos satisfechos con nuestro trabajo o no le encontramos sentido. En estos casos, es importante que busquemos el lado positivo de nuestra actividad laboral y nos centremos en los aspectos que nos gustan o nos motivan.
Por ejemplo, podemos pensar en las oportunidades de aprendizaje y crecimiento profesional que nos ofrece nuestro trabajo, en los beneficios económicos o sociales que obtenemos, en las personas con las que compartimos nuestro día a día o en el impacto positivo que tiene nuestro trabajo en la sociedad.
También podemos plantearnos nuevos retos o proyectos que nos ilusionen y nos hagan sentir útiles y valorados. Así podremos recuperar el entusiasmo por nuestro trabajo y evitar la monotonía y el aburrimiento.
Organiza tu tiempo y prioriza tus tareas
Otra forma de evitar el estrés y la ansiedad que provoca la vuelta al trabajo es organizar nuestro tiempo y priorizar nuestras tareas. Para ello, podemos seguir estos pasos:
- Hacer una lista de todo lo que tenemos que hacer en el día, la semana o el mes.
- Ordenar las tareas según su importancia y urgencia, usando la matriz de Eisenhower o el método ABCDE.
- Distribuir las tareas a lo largo del día, dejando espacios para descansar y desconectar.
- Empezar por las tareas más difíciles o desagradables, para liberarnos de la carga mental y ganar confianza.
Mantén una actitud positiva y optimista
La forma en que pensamos influye mucho en cómo nos sentimos y cómo actuamos. Por eso, para superar la depresión post-vacacional es fundamental que mantengamos una actitud positiva y optimista ante la vuelta al trabajo.
Esto implica que debemos evitar los pensamientos negativos, catastrofistas o irracionales que nos generan malestar y nos impiden ver la realidad de forma objetiva. Por ejemplo, en lugar de pensar «no puedo con todo», «odio mi trabajo» o «esto es un infierno«, podemos pensar «puedo hacerlo si me organizo bien», «hay cosas de mi trabajo que me gustan» o «esto es solo una etapa».
También debemos fomentar los pensamientos positivos, realistas y constructivos que nos generan bienestar y nos ayudan a afrontar los problemas. Por ejemplo, podemos pensar «tengo la capacidad y los recursos para resolver esta situación», «esto es una oportunidad para aprender algo nuevo» o «siempre puedo encontrar una solución».
Comunícate con tu entorno laboral
La comunicación con nuestro entorno laboral es otro factor clave para superar la depresión post-vacacional. Una buena comunicación nos permite expresar nuestras necesidades, opiniones y emociones, así como escuchar y comprender las de los demás.
Esto favorece el clima laboral, mejora las relaciones interpersonales, previene los conflictos, facilita el trabajo en equipo y aumenta la satisfacción y el compromiso con la organización.
No te olvides de tus vacaciones
Por último, un consejo que puede parecer contradictorio pero que es muy útil para superar la depresión post-vacacional es no olvidarnos de nuestras vacaciones. Esto no significa que nos quedemos anclados en el pasado o que nos lamentemos por lo que hemos perdido, sino que recordemos los buenos momentos que hemos vivido y lo que hemos aprendido de ellos.
Las vacaciones son una fuente de experiencias positivas que nos aportan felicidad, bienestar, diversión, relajación y crecimiento personal. Por eso, es importante que las integremos en nuestra memoria y en nuestra identidad, como parte de nuestra historia vital.
Si necesitas ayuda con la vuelta a la rutina, nuestro equipo de psicólogas está aquí para ayudarte.
